Beber café es todo un arte. Para lograr sus beneficios, su ingesta debe estar acorde con nuestro Ritmo Circadiano.  La ingesta de cafeína estimula el cortisol, que es la hormona que nos ayuda a estar activos durante el día, y si lo bebemos justo cuando nuestro cuerpo está liberando esta hormona, no aprovecharemos de manera eficiente sus efectos y alteraremos los ritmos naturales de nuestro cuerpo.  

Nuestro cuerpo está naturalmente más activo, gracias al cortisol, entre las 7:00 – 9:00 h, a medio día y de 17:30 – 18:30 h; así que el mejor momento para consumirlo y que no afecte nuestros ritmos naturales es de 9:30 – 11:30 h y de 13:30 – 17:00 h.  Lo ideal es consumirlo solo si realmente requerimos ese impulso de energía extra en nuestro organismo, para no desarrollar una dependencia y/o tolerancia a la cafeína. 

La cantidad de cafeína que ingerimos también es importante; en promedio una taza de café americano contiene 100 mg, de café instantáneo 63 mg, 30 ml de expresso contienen 63 mg. Otras bebidas que también contienen cafeína son el té negro, con 47 mg por taza, el té verde con 28 mg y las bebidas energéticas que van desde 32 hasta 80 mg por porción. La recomendación es no exceder de 400 mg de cafeína por día para adultos y 200 mg por día para mujeres embarazadas o personas sensibles a ella.